domingo, 29 de marzo de 2009

El Mago de Oz


Estos días he estado pensando en el Mago de Oz. Sí, a veces hago estas cosas y tengo una idea loca rondando en la cabeza durante días.
En concreto, pensaba en el Hombre de Hojalata que Dorothy se encuentra en su viaje hacia la Ciudad Esmeralda. El pobre leñador que, a causa de un hechizo se corta las extremidades y las tiene que sustituir por unas nuevas de hojalata. Pero quien le construye sus piezas de hojalata, no puede hacerle un corazón y el pobre Hombre de Hojalata no puede querer a la chica.
Tengo mi propio hombre de hojalata ahora mismo y espero que, como el del cuento, sea capaz de ver que sí tiene corazón, que lo tenía desde el principio.
Todos somos el hombre de Hojalata, de vez en cuando, pero luego seguimos el camino de baldosas amarillas hasta encontrarnos a nosotros mismos.


Por mi parte, soy más Dorothy, llevando unos zapatos que me vienen grandes y queriendo un lugar al que llamar hogar, al que poder volver... (al menos, estoy a salvo de los monos voladores!)

1 comentario:

  1. jajajaja. con lo majo q es chistery!
    yo soy elphaba, cada vez mas irritable y con ideas descabelladas sobre la justicia etc...
    el mago de oz es un libro sobre la autoestima, las creencias limitantes sobre nosotros mismos, y la superacion.

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