sábado, 11 de abril de 2009

Ilusiones

Volver a ver las cosas a través de los ojos de un niño de cuatro años, disfrazado de Peter Pan.
Yo misma no quiero ser princesa, quiero ser el niño que nunca creció y se fue al País de Nunca Jamás para poder jugar siempre.
Pese al despilfarro, el consumismo, las multitudes, la falsedad de todo... la magia estaba en los ojos de mi Peter Pan de cuatro años, que me recuerda que hay muchas cosas buenas en el mundo que aun merecen la pena.

2 comentarios:

  1. Estar allí es como estar en otro mundo, eh? Creo que el que tiene esa ilusion puede disfrutar más que un niño pequeño. ¡Me encanta!

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  2. Dicho cojn otras palabras...Fui a disneyworld con mi sobrino de cuatro años y me lo pase teta.

    ¡Queda poco!

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